viernes, 25 de mayo de 2012

Mistral gagnant

Ah, sentarme sobre un banco cinco minutos contigo
Y mirar a la gente que existe todavía.
Hablarte de los buenos tiempos, que están muertos o volverán,
estrechando en mi mano tus pequeños dedos.
Despues dar la comida a las tontas palomas,
darles patadas de mentira
 y oir tu risa que agrieta a las paredes,
que sobre todo sabe curar a mis heridas
.


 


Ah, caminar bajo la lluvia cinco minutos contigo
Y mirar a la vida que existe todavía.
Hablarte de la Tierra comiéndote con los ojos,
hablarte de tu madre un poquito
Y saltar en las charcos para hacerla rabiar.
Hacer polvo nuestras zapatillas y reírse,
Y oír tu risa como se oye el mar
detenerse y volver a marcharse.



Ah, sentarme en un banco cinco minutos contigo.
Mirar al sol que se va.
Hablarte de los buenos tiempos que estan muertos y no me importa.
Decirte que los Malvados, no somos nosotros.
Que si yo estoy loco, solo es de tus ojos
porque tienen la ventaja de ser dos;
Y oir tu risa volar tan alto
como los gritos de los pajaros.
Contarte por fin que hay que amar la vida,
amarla aunque el tiempo sea asesino
 y se lleve con él los risas de los niños.



[Muchas gracias a Sophie por la canción] 

jueves, 24 de mayo de 2012

El honor

Estoy jugando a un juego de guerra online. Es tipo Risk, en el que cada jugador asume un líder de alguna nación del mundo, y se lanza a la conquista bélica, diplomática o económica de los demás países. Se establecen alianzas y pactos, se juega, se tiran faroles, se traiciona.

Mi alter ego en el juego, un antiguo káiser de Alemania.
Existe un "periódico" que todos los jugadores ven y en el que todos pueden publicar artículos, firmados o anónimos. Hoy, afectado por una traición reciente, he querido dejar un recado. El estilo viene dado porque intentamos rolear un poco y meternos en la piel y el lenguaje de la "nobleza". En fin, rezaba así:

El honor.

Triste es no tener palabra. O tenerla y empeñarla por prendas baratas.
Se puede tantear, fingir, echarse faroles y jugar. Pero, ah, cuando un hombre o una mujer da su palabra no hay vuelta de hoja. O no debería haberla.
Siéntase aludido quien deba. Le deseo, en el momento en que felizmente sea derrotado (pues quien traiciona será traicionado), 
unas felices reflexiones sobre el camino que le ha llevado hasta ese punto.

Al poco, tenía esta respuesta, también en forma de anónimo:

Quien hambre tiene, con pan sueña.

Entre el honor y el amor, queridos amigos, el honor es una gran MIERDA.
Todos tenemos muchas bocas que alimentar, vidas que dependen de nosotros, naciones en nuestras manos. 
Y todos, camaradas, TODOS, debemos hacer lo mejor por nuestro pueblo. 
Sobre todo, si consideráis que el premio no merece tanta sangre derramada.

Yo, que me emparro con cualquier cosa, me he quedado pensando. Contento primero, que de un "juego" salgan de pronto reflexiones así. Y pensando después en la "palabra de honor". Hace poco le confesaba a una amiga que para mí el dar la palabra es tan vital, que nunca he mentido después de hacerlo. De pequeños, mi hermano mayor y yo sabíamos que sí queríamos pillar al otro en una mentira, solo teníamos que invitarlo a dar su palabra para respaldarla. Así, si la daba, es que decía la verdad. Nunca la traicionamos, y hasta hoy.

El honor, ese concepto trasnochado, para mí es muy importante, quizás simplemente porque lo he incorporado a la propia definición de lo que considero que soy. Pero quizás es que nunca me lo han puesto a prueba de verdad. A fin de cuentas dicen que el sentido de la moral no puede impedirte hacer lo que está bien.

En otro orden de cosas, esa amiga sonrió de oreja a oreja (tiene una sonrisa muy bonita, la chica) y me dijo que ahora ya me tenía. Quién me mandaría a mí.

domingo, 20 de mayo de 2012

Un juguete.

[uno de esos textos antiguos no-publicados. y dice...]

Estoy roto por dentro, soy el primero que lo sabe. Cuando me importa una persona, le puedo cortar sin pretenderlo con las esquirlas y los fragmentos de la confianza que no puedo tener. Por más que me esfuerce, soy suspicaz hasta el extremo. Mi única defensa es intentar controlarlo y no ocultarlo, decir que hago lo que puedo con los trozos que me quedan. Pero cada vez son menos. Y no puedo evitar parecer lo que soy.

Son esos días en los que el frío entra y cala bien. Esos en los que no puedo ver una foto mía en ningún lado. Como se vuelven frecuentes, al final siempre me escojo como ávatar imágenes o fotos de otras cosas, cualquier cosa que no implique devolverme la mirada. No me avergüenzo de mí, ni mucho menos. Ni me arrastro detrás de nadie, ni dejo de encajar bien las patadas, aunque no se note. Es solo que la autoconsciencia es un arma de doble filo, y de vez en cuando, tras un rechazo particularmente brusco, la cojo por el lado que no es. Y pienso que es normal que no se quieran acercar.

No es un chafón vital. Sé que hay personas que me comprenderán y que solo hay que buscar bien y tener suerte. Pero hasta entonces, juguemos a lo de las sonrisas fáciles. Ahí no hay nada que mostrar, ni que ver, ni que ocultar.

sábado, 19 de mayo de 2012

American Pie: El Reencuentro

Acabo de llegar de ver American Pie: El Reencuentro. Contento, un sabor un poquito agridulce, ha merecido la pena.



Supongo que si yo fuera un chaval de nueva hornada no lo terminaría de entender. Hay gags demasiado usuales, golpes tontos, historias típicas. Pero es que American Pie fue la madre de esos gags, el origen.Y por otro lado eres capaz de preveer qué va a hacer tal o cual personaje porque ya los conoces. Yo he visto la segunda casi una decena de veces, a base de ponerla en el instituto cuando faltaba algún profesor. Eramos igual de cazurros que los chavales que salían en la pantalla y hoy, viéndolos creciditos y pensando en lo que se deja atrás, por tonta que sea la manera de mostrarlo, te sale la punzadita esa puñetera.

En fin, tonterías. Pero como ya he dicho alguna vez, no se necesitan grandes y épicas experiencias para hacerle pensar a uno, o para ser feliz. Y esta película a mí me ha gustado mucho.

Selecciono dos críticas que me han gustado especialmente:

"Las risas de 'American Pie' ahora son más tiernas y nostálgicas que desvergonzadas. ¿Entonces qué sentido tiene alargar la saga ahora que ha perdido su espíritu fundacional? El mismo que aceptar el paso del tiempo" 

"Una forma muy pura de amargura se ha ido colando a través de su grosería, hasta el punto de que 'American Pie: El reencuentro' sería la cinta de humor zafio más reflexiva de todos los tiempos"

Y no podría faltar el himno...

viernes, 11 de mayo de 2012

Dicen...

" Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres, y vosotros dos juntos nunca seréis perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no estará pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enfadar y extráñala cuando no esté."

jueves, 10 de mayo de 2012

Reflexionando: el perdón

Soy muy malo aceptando disculpas. De hecho, normalmente no las acepto. En la mayoría de los casos, por la sencilla razón de que no les veo el sentido.

El mecanismo habitual es el siguiente: persona toma una decisión a sabiendas de que me va a causar daño y, normalmente, por egoísmo, porque le va a favorecer de alguna forma trivial. Persona viene posteriormente a disculparse y a decir lo mal que se siente. Que se ha equivocado.

¿Lo sientes? Si lo sientes es porque te importa, y si te importara no lo habrías hecho. ¿Te has equivocado? Eres la misma persona que tomó la decisión, que fue consciente y premeditada. ¿Cómo puedes decir que te equivocaste, si sabías lo que había y a pesar de ello hiciste lo que te rotó?

Sinceramente, llevo mal lo de aceptar las disculpas. Prefiero dejarlo como una declaración de intenciones. Tú demuestras que te importa más la chorrada X que mi confianza, yo lo sé de cara el futuro. Dejémoslo ahí y no nos enfanguemos con perdones, lo sientos y demás. Es más limpio y más efectivo, no sé. ¿Estoy loco?

Edito: después del tirón de orejas que me acaba de dar cierta personita, aclaro. Sé que hay errores de verdad. Sé que a veces no tenemos la suficiente información y nos equivocamos o realizamos un razonamiento incorrecto o  las emociones nos nublan el juicio. En el texto no me refería a ello, sino que cargaba contra las personas que, habiéndo tomado una decisión premeditada e injusta que saben que va a dañar a la otra persona, ofrecen sus disculpas. Justamente se ha dado por aludida la persona que menos debía.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Cómo me huelen las manos a colonia, a varias colonias o perfumes o simplemente a cada una de las chicas con las que he bailado. Me he pasado la noche apagando fuegos y no me importa. De hecho, está bien. Revolviendo a los demás, poniendo un poco de vida, y sin preocuparme si tú si yo. Cojín, bailarín, compañero de pogo, charrador,  bebiente y unas cosas más. Feliz y contento oiga. Que podríamos haber hecho más? sí. Pero eso me lo dejo para cuando sea cien por cien libre. Buen viaje de vuelta a Francia.

sábado, 5 de mayo de 2012

17:53

Ayer me dijeron que no tengo corazón, que soy como un muñeco de hojalata.



Era nuestra cena de gala, de promoción. No de graduación, porque prácticamente nadie terminará este año la carrera. Una excusa para salir todos de traje y vestido a cenar y bailar. El broche necesario a cinco años de vernos con cara de lunes, de stress, de agotamiento general de exámenes. También de cenas de baratillo y botellones, o pubs. Hay que cerrar las cosas.

Había chicas muy guapas ayer. Algunas, hasta solteras. He de confesar que normalmente voy con las orejas alzadas, "busca, busca". Pero he enredado demasiado mi vida por esto, y últimamente quiero estar tranquilo. No la tranquilidad de "paso de mujeres", que no se la cree nadie, o el "no, no, no te voy ni a conocer porque me he dicho que paso de todo" que tampoco es creíble. La tranquilidad de "puf, párate un poquito en el camino". Por ello no anduvía a la caza. Y eso te deja el alma tranquila para otras cosas. Bailé como si lo fueran a prohibir, creo que con toda la población femenina de mi promoción. Revolviendo a los demás, poniendo un poco de vida, y sin preocuparme si tú si yo. Protegí a una amiga todo lo que pude de las cosas que no son ni pueden ser.Tuve una conversación de barra de pub en la que me dijeron esa frase, y saqué a la pista a una de esas chicas que se protegen a base de cristales. Ayer el muñeco de hojalata estaba feliz dando vueltas, cuidando a la gente y divirtiéndose. Y supongo que si era feliz es que quizás tenía un poquitito de corazón. Creo que lo que me cuesta es encontrarlo.


miércoles, 2 de mayo de 2012

Draig fenyw

Esta es una historia de una traición de las posibilidades. De encontrarte en el camino a alguien adecuado, quizás hasta el lugar correcto, pero que falle el momento temporal. La sincronía se ha puesto en marcha, los pequeños cruces de caminos están ahí  pero el grande y burdo monstruo de las "circunstancias" se ha plantado en medio. Ése que puede con todo.
  
Me ocurrió una de esas cosas que te dejan con el corazón aturdido, preguntándose qué ha pasado. Qué era eso que ha visto por un momento y por qué está fuera de su alcance. Esas ocasiones en que la fuerza de la otra persona viene acompañada con la certeza de la imposibilidad. No duele porque quizás no nace y entonces empieza un camino extraño. Supongo que lo bueno de no tener destino es que no puedes perderte ni equivocarte. Te dejas llevar sin preocuparte y paso a paso.

Ella. Era... mitad belga y mitad vietnamita. Quizá suene a combinación extraña, pero viendo la mezcla de unos rasgos suaves con ojos grandes color coca-cola, labios generosos y pelo largo y moreno, uno se alegra de la interculturalidad si produce resultados como ella. Médica y dibujante, un dragón y un gato en la misma persona. Y quién sabe qué otras combinaciones atesoraría. Le busqué una canción pero, ya ves, creo que seguía su propia melodía.


Su lengua materna era el francés. Aunque conmigo usaba el inglés o intentos de castellano, hablaba francés con el resto de personas con las que la ví relacionarse. Yo asistía a la conversación, y hacía como que prestaba atención a ver si podía distinguir alguna palabra. La verdad es que descubrí que cuando no tienes que preocuparte por tomar parte y puedes desconectar del todo, te sobra tiempo para centrarte completamente en el sonido de la voz, el tono, el timbre, las expresiones. Tienes la excusa perfecta para irte a la luna contemplando a alguien y que nadie note nada.

Ella me enseña que el significado de la química no es jugar al gato y ratón. Es... mirarme sin decir nada. Y si te miro a cambio, aguantas hasta que te ríes y la habitación se ilumina un poco más. Química es hacer muecas, reír, verme un poco aparte y acercarte a hablar. Hablar mucho o a veces estar en silencio sin que importe, dar patadas en el culo a forma de saludo o los buenos días amagando un salto sobre la cama. En un beso de despedida en la mejilla, poniendo morros de pez, en una expresión de fastidio cuando el adiós se adelanta, en desear que algo, aunque fuese la más mínima pieza, fuera un poco distinto. Es no saber dónde mirar mientras dices adios y se te acaban las palabras. This wasn't supposed to be like this.

Entonces un día y miles de kilómetros más tarde, uno se despierta en su cama, bajo el cielo de otra ciudad y duda, piensa si no habrá sido un sueño. Es cierto que recuerdas y ella se entremezcla con todas las imágenes, la mirada fija o la risa o simplemente el estar cerca. Pero está tan lejos y todo sigue.